El sueño imposible.

Iba en aquel avión. Un boeing 737. Me acordaría de ese nombre por que me fijé en la parte de atrás del asiento que tenía delante, recordaría cuál era el avión en que me monté, en el que volé y en el que salí de España, por primera vez, por que me gustaban los aviones. Tenía 13 años, iba camino a Dinamarca de intercambio. El despegue fue muy emocionante, al ser mi primera vez y mi afición por lo aviones hacía que con todo eso yo me quedara alucinado, pero luego el viaje ya se hacía más aburrido. Yo, que me sentaba en el asiento ni del pasillo ni de la ventana, en medio, me puse a escuchar música, el Mago de Oz, y empezaba a quedarme medio dormido, quería despertarme en tierra danesa.

En mitad del viaje, sobrevolando Los Alpes franceses, se empieza a escuchar la alarma que avisaba sobre la poca distancia sobre el suelo... No sabía que pensar, que hacer. En esos momentos, empecé a recordar...

...esos bailes que me hacía con tres años. Como subido a los hombros de mi padre hacía como que conducía. Esos bizcochos tan buenos de mi madre. Como me gustaba jugar con el barro, con la tierra, con el agua, ponerme perdido y los enfados de mi madre...
...Como aprendí a montar en bici, y esos primeros porrazos, pero que te tenías que levantar para seguir adelante, con aquella bici, aunque te cayeras otra vez. El mítico regalo de reyes, un scalextric con los míticos coches de fórmula 1 de esos tiempos, el Ferrari de Schumacher y el Renault de Fernando Alonso...
... Mi primer día de instituto, solo y perdido. El como y por qué estaba en aquel avión. Casi tres años antes, preparandome y soñando con este día. En el mismo momento que dijeron de ir a un viaje a Dinamarca de intercambio no me lo pensé mucho, sabía que iba a ir...

...la última sonrisa, el último adiós de mis padres, de Cristina, aquel "pásatelo bien, nos vemos pronto". Como llegué al aeropuerto, flipando con las máquinas tan grandes, tan asombrosas, tan increíbles que son los aviones. Estaba soñando que pisaba Dinamarca cuando esas malditas alarmas empezaron a sonar. Solo quería viajar... ya no sabía si el suelo se acercaba a nosotros o nosotros al suelo...

Entonces me desperté, sobresaltado por el sueño tan terrible. Iba a ir a Dinamarca en unos pocos meses... Aún inquieto y un poco nervioso, bajé las escaleras para desayunar como todos los días, y allí estaba mi padre, viendo las noticias... "Estrellado un avión en Los Alpes camino a Dinamarca... 150 fallecidos, entre ellos alumnos de intercambio".