Alfonso Del Olmo. Con la tecnología de Blogger.

jueves, 24 de septiembre de 2020

La ciudad del Cielo Negro

    El joven Antonio celebraba el día de su graduación. A pocas horas del comienzo de la ceremonia, pasa una última vez antes de volver bien vestido para la ocasión por su escuela, nervioso y pensando en todos los malos momentos, también los buenos, que dejaba atrás al finalizar aquella noche una de las etapas más bonitas de su vida. Junto a todos sus compañeros, tenían reservado toda la noche el restaurante de moda, a dónde acudirían después de la ceremonia formal para celebrar que estaban viviendo un sueño.

    Sin embargo no todo podía salir bien. Antonio de un momento a otro se trasladó de repente a otra ciudad. Perfectamente trajeado, comprendió el problema que le rodeaba. No era la primera vez que le pasaba algo así, pues nació con una enfermedad que hace que se teletransporte sin aviso previo y sin saber a dónde. Resultaba estar a unos pocos cientos de km. Sus amigos fueron avisados y acudieron rápidamente con un sencillo artefacto conectado a una pulsera que llevaba Antonio para éstas ocasiones, pero tenían que volver con los medios que se encontrarán allí. 

    La graduación quedó en un segundo plano, y aunque al menos estaban juntos, estaban perdidos en una ciudad de cielo negro, casi desierta y con mucho frío. El grupo de amigos perfectamente vestidos para la ocasión, se pusieron a andar buscando una solución y muy a su pesar encontraron más problemas que soluciones.

    Elena, José Luís y Juan fueron los que acudieron a la llamada del teletransportado Antonio con ánimo de vivir una aventura y poder ayudar a su amigo en apuros. A pesar de las risas, la lluvia poco a poco iba llegando a la localización de nuestros amigos.

    Fue entonces cuando nuestro apurado grupo de jóvenes casi graduados y bien trajeados buscando un refugio de la lluvia para proteger a sus poderosos trajes, se metieron en el porche de una peculiar casa a la que llamaron el timbre sin obtener respuesta. El silencio sepulcral que provenía de dentro de la casa de fachada perfectamente blanca sólo lo interrumpía el sonido de la lluvia impactando contra las superficies terrestres.

    A nuestro amigo José Luis se le ocurrió entrar por el balcón y su grupo de amigos habrían pensando que estaba loco sino fuera posible hacer realidad su locura de plan. Y es que finalmente consiguieron entrar. A pesar de todo, no se veían a salvos y tenían que marcharse de allí rápidamente. Aquella casa supuestamente abandonada daba un mal rollo que tiraba para atrás a cualquiera a pesar de estar vacía y no tener muebles ni nada y tener un buen aspecto. Un aura antigua, malas sensaciones, un algo inexplicable que había ahí, un sitio prohibido o protegido por algo, un lugar en el que no podían estar y se dieron cuenta al momento.

    La lluvia había dado una tregua a nuestros amigos aventureros que seguían adentrándose en la ciudad del cielo negro. En ese momento, un mal augurio recorrió la espina dorsal de Antonio, haciéndole temblar. Acto seguido se acordó qué había hecho con su extraviada chaqueta. Se quedó en la casa de fachada blanca, y tenía que ir a por ella. Un mal presentimiento le vino a la cabeza al pensar volver a pisar aquella casa, escuchaba en su cabeza ruidos de cadenas y le daba escalofríos.

    Partió solo y a pesar de la angustia y el malestar que le producía volver allí. La valentía y la determinación que le caracterizaba a Antonio hizo que siguiera adelante sin mirar atrás. Al llegar encontró su chaqueta en el sitio dónde la había dejado por algún extraño motivo. Respiró aliviado por un momento antes de escuchar lo que más temía. La lluvia empezaba a caer de nuevo, los truenos se hacían eco de su llegada y los rayos preparaban un festival de unas luces muy especiales. No era ésto a lo que Antonio temía, sino al ruido de cadenas, rejas y hierros arrastrándose por la calle. Al asomarse a la calle, vio a 4 seres humanoides que portaban estos metales en sus brazos haciéndolos arrastrar por el suelo mientras andaban con paso lento hasta pararse. Sin rostro visible, podían verse sus ojos rojos que se posaban fijamente al indefenso Antonio.

    La maldición de aquella casa y de aquella ciudad había llegado. Alienígenas demoníacos, seres infernales, muertos procedentes del más allá... Antonio no sabía qué eran aquellas criaturas, altos y de brazos largos y fuertes. Lo que sí sabía es que no eran ni personas, ni amigables. El miedo caló hasta su alma. Un miedo que jamás se habría podido imaginar sentir. Sabía que aunque parecían lentos y seguían ahí parados, no había oscuridad suficiente para correr y escaparse. 

sábado, 22 de agosto de 2020

La Plandemia y el Nuevo Orden Mundial.



    Tiempos aciagos tocan vivir en el planeta azul llamado Tierra. Una pandemia mundial está arrasando con todo, mientras que el miedo y la incertidumbre empiezan a gobernar en los hogares terrícolas. Sin embargo, no todo es como parece ni cómo nos lo cuentan. La élite intelectual de la población ha descubierto el maligno plan determinado como "la gran Plandemia", con el objeto de crear el Nuevo Orden Mundial, y así poder controlar a toda la población.

    El cabecilla de éste malévolo plan es nada más ni nada menos que el bolivariano Líder supremo comunista de un pequeño país al sur del viejo continente, España, cuyo nombre es Pablo Iglesias. Tras los intentos fallidos de la Iglesia Católica y más recientemente la del dictador Nazi por conquistar el mundo, el señor Iglesias tiene la tecnología y los medios para poder llevar a cabo el control masivo poder así conquistar el ansiado planeta.

    Su gran amigo y presidente del gobierno español actúa como intermediario entre España y los demás líderes, a los cuáles ha comprado para hacer el teatro de que un supuesto virus está arrasando el planeta, meter miedo e incertidumbre a la población, y más tarde implantar mediante una vacuna, un microchip controlador de mentes cerebrales.

    Para ello cuenta con la estimada colaboración del gigante Bill Gates y su compañía la cuál hace accesible a vacunas a gente con menos recursos y así poder abarcar un amplio abanico de población.

    Los microchip implantados se comunicarán mediante la nueva red de 5G, camuflada como si fuera un espacio más del espectro de frecuencias que utilizan los terrícolasjunto las ondas de radio, televisión etc. Sin embargo, no se pueden ni imaginar la tecnología que conlleva.


    La ambición de Pablo Iglesias es tal, que no sólo quiere conquistar y controlar al planeta entero, sino que ha convocado a los planetas más radicales y antisistema de la galaxia (uno de los cuáles pertenezco) para acabar con la democracia actual e imponer un nuevo imperio galáctico, El Nuevo Orden.

    Así que si sois españoles dejaos controlar por el bien de vuestro país. Y si no sois españoles dejaos controlar por ellos ya que son la mejor gente del universo. Haced caso de las medidas de seguridad, poneos la mascarilla, guardar distancia de seguridad, creed en el virus, en Pablo Iglesias y en el comunismo y sobretodo poneos la vacuna. Así España será grande, un gran imperio galáctico no como el Romano u otros. Así que pensarlo bien porque el Líder lo sabe todo y lo ve todo. El líder Pablo Iglesias es maravilloso y lo puede todo. Nosotros seremos un planeta hermano. Animaos, que Unidas Podemos!




sábado, 28 de marzo de 2020

Efemérides del 28 de marzo: Blog, fútbol e Iker Casillas.


668 artículos, 247 comentarios y más de 23 mil visitas. Un 28 de marzo de hace ya 10 años, comenzaba a escribir en aquel viejo. Comenzaba con una pequeña descripción, junto a una foto de Iker Casillas con su aclaración: "Éste es el mejor portero del mundo". Las pequeñas crónicas sobre los partidos importantes, descripciones sobre jugadores, y definiciones de los deportes más conocidos del mundo y otros no tanto, empezaron a tomar forma y a poblar el que por aquel era mi espacio en la gigante internet. Además del deporte, hablaba sobre todo lo que se me iba ocurriendo, entre otras cosas la música. El Mago de Oz, Enrique Bunbury o El Arrebato, son algunos de los artistas que tuvieron la suerte de salir en mi blog. Escribía lo que se me ocurría, pero poco a poco, lo que fue cogiendo protagonismo fue el fútbol. Poco a poco, empezaba a cuidar la ortografía y a informar sobre éste deporte, sin copiar ni pegar nada de ningún sitio, y dando un punto de vista que para mí creo que era muy especial.

Comenzó a ser una rutina, una necesidad e incluso un trabajo. Me preocupaba tener que escribir, debía informar sobre el mundo del fútbol. Debía estar atento a nuevas noticias. Hacía mi trabajo de investigación buscando información en diferentes medios, veía los partidos y tomaba apuntes para luego poder realizar las crónicas. El fútbol era un deporte que realmente me apasionaba. El Real Madrid era el más grande, pero el que me hizo apasionarme por éste deporte fue el portero. No metía goles, no hacía filigranas sino que volaba haciendo lo imposible para evitar el gol del equipo contrario. En aquella época, mi sensación era que la figura del portero y de los defensas no estaba valorada, o por lo menos no tanto, aunque éramos conscientes de que el Madrid, y la selección española tenía al mejor del mundo.

Para mi Casillas representaba todos los valores que debían ser del Madridismo. Señorío y grandeza junto la humildad y el trabajo, la honestidad y la profesionalidad, el respeto mutuo entre compañeros (y cuando digo compañeros quiero decir rivales). Para mi eso era el ente llamado Madridismo, representado en carne y hueso por su capitán y portero, el Santísimo Iker que defendía como nadie su escudo y sus colores.

El fútbol tras todos éstos años me brindó una de las decepciones más grandes de mi vida. No sé si fui yo el que cambié y maduré, o fue el fútbol el que cambió. Los informativos deportivos se volvieron "salvame" y salseo lejos del deporte. Se empezaron a pagar millonadas brutales por jugadores muy valorados sin ser tan buenos. Lo de Mourinho, Casillas y tito Floren, fue un auténtico espectáculo. Las críticas por parte de la afición del Madrid al que era su capitán me parecieron una apuñalada al deporte justo y a los valores de un gran equipo. El dinero, la publicidad y las tonterías empezaron a valorarse más que el talento, el deporte, los títulos y el propio fútbol. Casillas dejó de valer, se hizo viejo, lo hicieron viejo y lo echaron a patadas de la que fue su casa durante toda su vida.

Entonces, qué sentido tenía el fútbol si se menosprecia al que defiende el deporte y los valores de un gran equipo. Si se menosprecia el trabajo, la humildad y la profesionalidad y se premia el payaseo, el salseo y que hagas gracia, que es lo vende. Me preguntaba por qué se valoraba tanto a Neymar, incluso casi por encima de Cristiano Ronaldo, cuando no le llega ni a la punta de la suela, y ni mucho menos Messi. Por qué el Madrid, tras echar a Casillas, se empeñaba en comprar gente inútil para vender camisetas. Cómo se empeñó en echar a Keylor Navas, el héroe de las 3 Champions seguidas, para comprar a un portero con sobre nombre internacional. Que es muy bueno el muchacho, Tibaut Courtois, pero, ¿de verdad hacía falta teniendo a Keylor y a Kiko que era un porterazo también de suplente?


Dejé de entender éste mundo. Dónde estaba el deporte aquí. Dejé de verle el sentido, dejé de reirle las gracias al deporte rey. Dejé de escribir mis crónicas y mis noticias, porque ya no tenía sentido. La pasión se fue a tomar viento a otra parte. ¿Qué reconocimiento tienen ahora los que de verdad tienen talento en el Real Madrid? ¿Qué recuerdo tenemos de Casillas? Dudo que sea igual que el mio, pero me alegro de tenerlo. De haber disfrutado de la mejor época del fútbol español, de ver a Casillas jugar con Xavi e Iniesta, con David Villa, Silva, Mata... ellos son los héroes, los que hicieron lo imposible.



viernes, 27 de marzo de 2020

Prosopagnosia


Salí a la calle como un día normal con la intención de enfrentarme a otro día más de universidad. Me sentía extraño, ya saliendo por la puerta empecé a notar que ese día iba a ser especial. Abrí la puerta del portal y me dirigí a la parada del autobús. Al cruzar la esquina de la calle vi a mi amiga Ainhoa y me dirigí a saludarla. Cuál fue mi sorpresa, hizo como si no me reconociera. Me trató como si fuera un extraño que anda por la calle al que le devuelves el saludo por cortesía.

Llegó el autobús a la parada. Entré y de camino al asiento saludé con la mano a Marina y María (dos compañeras de clase que estaban sentadas en los primeros asientos). Me dio la sensación por su expresión que tampoco me reconocieron. ¿Qué estaba pasando nadie se acordaba de mí? ¿Le había pasado algo a mi cara?

Llegó el autobús a la universidad. Bajé y me dirigí al Aulario III para recibir la misma clase docente de Neuropsicología de todas las semanas con la misma profesora de siempre. Me senté en esas sillas tan incómodas que todos conocemos y empecé a hablar con los demás compañeros en lo que la profesora llegaba. Apareció la profesora por la puerta, se dirigió hacia su mesa y todo el mundo empezó a murmurar:

- ¿Han cambiado a la profesora?

- ¿Qué le habrá pasado a la antigua profesora?

- ¿Estará bien?

Era increíble, nadie era capaz de reconocer a la profesora. Encendió el proyector, puso sus diapositivas y empezó hablar. Fue justo en ese momento cuando todo el mundo se percató de que la profesora no había sido sustituida, era la misma. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué la gente no fue capaz de reconocerla hasta que comenzó a hablar? ¿Por que a mí tampoco me reconocían?

Volviendo hacia atrás me acabo de dar cuenta que mientras estaba hablando con mis compañeros de clase, haciendo tiempo hasta que llegase la profesora, todo el mundo reaccionó como siempre y todos parecían conocerme.

domingo, 15 de marzo de 2020

Coronavirus. Viviendo en una película de ficción


Mañana comenzarán las medidas del estado de alerta, decretado en el día de ayer por el consejo de ministros junto a nuestro señor presidente. Se prohibirá salir de casa, a no ser que sea de extrema necesidad, todos los negocios cerrados y un país entero prácticamente parado. No es una película de ficción, de las de sábado por la tarde, no es un apocalipsis zombie, ni un cuento, ni ninguna conspiración, ni un invento de las empresas creadoras de mascarillas o papel higiénico, es la realidad y lo que empezó siendo algo que veíamos en la lejanía, que pasaba en otro continente muy lejos, ya está aquí.

Empezó por las risas, los memes y las tonterías, y cuando se fue acercando el pasotismo europeo, y mientras en España, viendo lo que pasaba en Italia, seguíamos intentando pensar que no pasaba nada. La desinformación, los bulos, y no dar toda la información para no alarmar... que al final ha acabado por la histeria colectiva y sin toda la información.

La labor de Iker Jiménez es innegable, pues lleva desde finales de enero dando toda esa información, investigando y hablando con los expertos. La ignorancia colectiva lleva a pensar que los expertos con los que habla Iker Jiménez son los conspiranóicos, los abducidos por los ovnis y los fantasmas de todo tipo. Pues no, virólogos, epidemiólogos de nivel y reconocimiento mundial. Expertos en toxinas, periodistas y gente viviendo en China contando su experiencia.

No es un simple resfriado, no es cómo una gripe, es algo que ataca al pulmón, que puede crear una alta inflamación en él, y que se comporta de diferente manera en individuos diferentes. Es algo desconocido, sin tratamiento ni cura, y sí es verdad que la gripe mata a mucha gente todos los años, pero no queremos más enfermedades que maten más gente todos los años. Se trata, o se trataba de contener al virus, de controlarlo y eliminarlo para que no vuelva a salir, pero ésto lleva el camino de que tendremos que aprender a vivir con él como con la gripe, y cada invierno una cepa nueva.

Éstos discursos, junto a la incompetencia de muchos políticos, la ignorancia común del humano, los viajes de vacaciones cuando te cierran las universidades, el movimiento innecesario, la higiene al nivel de la inteligencia, la fa... un cúmulo de muchos factores han hecho que estemos viviendo una situación de película, nunca antes vista por nadie.

Ahora lo que toca hacer es lo que se ha dicho. Quedarse en casa, lavarse bien (siempre), y hacerle caso a las autoridades sanitarias, estar informados y verificar la información, sin creerse los bulos. Y yo no doy ninguna información aquí, doy una opinión, así que tened sentido común, y no me hagáis caso a mi, sino a los expertos. La comunidad científica está trabajando en que ésto pueda solucionarse, ellos son los que no merecen ningún reproche. Tanto los investigadores en el laboratorio buscando una cura, como los médicos, y enfermeros, que en primera línea de batalla luchan contra ésta amenaza invisible.

A ver cómo sigue todo ésto, cómo se desarrolla a partir de mañana el estado de alerta y que se consiga pronto el objetivo de controlar la epidemia. Espero que se pueda sacar algo bueno de todo ésto, tened más respeto entre nosotros, valorar el trabajo de la sanidad pública, poned en duda el de los políticos, no sólo los gobernantes, sino los que critican sin aportar soluciones, de toda la comunidad científica, cuidar la higiene, pero sobre todo tened más solidaridad y empatía, entre todos.

Día 2 de confinamiento.
Buenas gracias, y muchas tardes.

domingo, 8 de marzo de 2020

Conexión con la Naturaleza.

Te levantas por las mañanas lleno de sudor y lágrimas, en un mundo de nubes y tempestad, de oscuridad, ruido y niebla, de árboles muertos susurrando el silencio, acompañando el leve silbido del viento en la noche.

Qué había de esperar de alguien tan inusual, vive encerrado en su casita de madera, alejado del mar y de la ciudad, de cualquier pueblo o civilización. Vive en un mundo apartado de lo normal, en un mundo lleno de belleza natural ya la vez de oscura soledad.

No es capaz de explicar con palabras sentirse fascinado ante tal astro luminoso en la noche, la Reina Luna de la noche iluminando y llenando el bosque de magia. 

El agua fluye como es habitual en su caudal del pequeño río. Ecosistema de hermosos insectos y bonitos peces comestibles. El líquido elemento esencial para la vida, se le escapa de las manos al cogerlo, y no sabía explicar por qué. Transparente pero visible, cristalino y reflejando una realidad paralela. 

Aquello de mirar con admiración a las estrellas de un cielo limpio y brillante, que en ausencia de la mencionada Reina de la noche, sorprendían la cantidad de objetos celestes del universo visto desde un pequeño lugar de un remoto planeta por aquel remoto sistema solar.

Las sirenas de agua dulce que habitaban en el río eran sus mayores amistades. Hermosas criaturas del demonio, traicioneras y terribles, pero bellas en su mirar y cantar.

El frío de la noche hacía temblar hasta el último árbol de pie. Grandes y viejos árboles, sabios como ningún otro ser. Inmóviles pero fuertes, proporcionaban el alimento de su fruto, y la sombra de sus ramas en días calurosos. Sin embargo en la oscuridad de la noche, los árboles callaban y tiritaban, aunque tranquilos de saber que pronto saldría para ellos su amigo el Rey del cielo, mientras veían cómo el hombre aprovechaba sus viejas ramas caídas y secas del suelo, para hacer fuego y calentarse.


Pensaba que el de los insectos era otro mundo. Seres de 6 patas tan extraños, tan diferentes, tan feos y tan bonitos a la vez. Tanta tecnología en tan poca cosa, seres de vida con una estricta función en un mundo perfecto. Cositas voladoras y a veces asquerosas, terribles algunos en su picar, y otros maravillosos, como los creadores del delicioso oro líquido y pegajoso.

Los seres de 8 patas son casi peores. No tienen alas, pero tienen 8 ojos. No vuelan pero saltan, corren y se esconden. Son silenciosas y están por todas partes. En los árboles, en el suelo. Debajo de la tierra, debajo de las piedras. Las hay de todos los tamaños, de todos los colores, y con más o menos pelo. El miedo ancestral de cuándo éramos monos y nos picaban en los alto de los árboles que llevamos en el ADN. Nuestra naturaleza es tenerles miedo y pensar que son seres malignos que nos quieren hacer daño, porque no los han hecho tantas veces... Sin embargo, su naturaleza no es la hacer daño, pues puede que sea la de defenderse.

Aquel hombre nunca se metía con las arañas. No se acercaba a ellas pero no les atacaba, las dejaba ser y hacer. Aunque es algo que no es de extrañar, ya que es lo que hace con toda la naturaleza. Se respeta y se quiere, se aprovechan sus recursos pero no se destroza, porque sino, ¿qué vas a comer mañana?

El hombre se despertó un día entre sudor y lágrimas, en un mundo de nubes y tempestad. En un bosque de cemento y hormigón, lleno de ruido de las máquinas, lleno de aire tóxico. Lleno de gente zombi mirando... ¿al suelo? al andar. El hombre quería despertad de aquella pesadilla, antes de darse cuenta de que justo había despertado de un bonito sueño, de una bonita conexión con la naturaleza, y que tenía que volver a su verdadera realidad. 

domingo, 1 de marzo de 2020

El escritor de Sueños.



Erase una vez en un lugar muy lejano un hombre que vivía en soledad. No tenía amigos ni mascotas pero tenía una peculiaridad. Escribía un tipo de literatura muy especial a partir de los sueños que por las noches sufría. Escribía libros regularmente y los publicaba en una gran y conocida editorial. Su nombre se convirtió en un referente de la literatura fantástica de la época. Su don por la expresión escrita junto a sus potentes sueños y su infinita imaginación le hizo ser reconocido hasta en Japón. 



"La ciudad estaba en llamas, quedaba poca gente. Los pocos que quedamos intentamos hacerle frente a aquellos demonios de alas negras, ojos rojos, y que iban destruyendo todo lo que veían a su paso. Me tomaron la espalda en la habitación de una casa ya en ruinas, y sólo tuve la opción de saltar por la ventana".

Sin embargo poca gente lo llegó a conocer en su época como escritor, pues de su casa no salía ni para comer. Incluso hubo gente que defendía que su nombre era un seudónimo de algún importante escritor para ganar dinero y un reconocimiento virtual manteniendo el anonimato. Ganó algunos premios pero no llegó a recoger. El dinero y la fama no le llamaban nada, lo mismo que la relación con otros seres humanos o descubrir el mundo exterior. Un mundo sombrío, triste y finito. ¿Para qué? Pudiendo vivir en un fantástico mundo infinito de aventuras y cosas extraordinarias.
"Esa sensación de estar en el centro, yo no era famoso, la gente no iba a verme a mí, pero yo estaba donde nadie podía estar. Esa sensación de campeones y orgullo hacía ese equipo". [El día que formé parte del equipo campeón]

Unas jóvenes monjas muy fanáticas de las novelas fantásticas y de aventuras extraordinarias, le llevaban comida todos los días y comían con él. Era su único contacto con el mundo exterior aunque las conversaciones eran con el monotema de su mundo.


"Bajando las escaleras observaba las paredes, que no tardaron en convertirse en calles. Las farolas alumbraban las escaleras, que como una ciudad de la antigüedad daban a otras calles estrechas y también con sus escaleras que bajaban o subían". [La ciudad sin nombre]

Él le contaba sus experiencias sobre la muerte. Ellas se quedaban fascinadas, y le preguntaban qué había después de ésta. Les respondía que después de morir va un despertar, unos escalofríos y una luz que se va apagando a medida que el despertar va progresando. 
"Mi compañero Juan que un poco loco estaba, nos llevaba en coche hacía las fiestas del pueblo. Cuando quedé sólo con él pensaba que nos matábamos, porque conducía muy mal. Pasé mucho miedo y en una carretera nacional pasó. Nos caímos por un precipicio. Me dio tiempo a pensar en mi familia, y en lo tonto que era el que conducía. Me dio rabia morir por su culpa." 

A veces el despertar es en otro lugar. 
"Llegué a un sitio menos oscuro, hacía sol y eran campos de césped mojado donde había muchas pelotas de tenis. Yo me pongo a correr pengándole patadas, me divertía.(...) Asocio este lugar con el cielo, porque aunque sin saber como, ni cuando me he muerto, la armonía, la paz, la tranquilidad y la luminosidad de aquel lugar era totalmente contraria al sitio de dónde venía"  [Crónica de un muerto.]

El escribir le ayudaba mantener vivo su mundo y compartirlo con los demás para hacerlo crecer. Quería que todo el mundo sintiera esa fascinación y emoción, esa alegría y desesperación, agobio y tristeza, de todas sus aventuras. En sus novelas no importaba la veracidad de los acontecimientos, ni los sin sentidos que podría haber, pues ese era su mundo y esas cosas podrían tener sentido allí. 

"Oí hablar desde pequeño de una estrecha y profunda cueva en la montaña. Me dijeron que se abría ciertos días del año, y que si entrabas podrías quedar atrapado dentro de ella para siempre. Hermosas, raras y horribles criaturas son las que habitan la cueva. Creía que era un cuento pero la vi aunque no llegué a entrar por el terrible miedo que sentí al verla"

A pesar de no tener amigos era el hombre con más amigos del mundo, y enemigos también, pues muchas veces trataban de alcanzarlo y matarlo. Sus novelas de misterio sobre persecuciones eran las favoritas de sus lectores.

"Yo ya no tenía que huir de aquel viejo amigo por que lo que era un sueño se había convertido en pesadilla, lo que era un juego empezó a ser algo mas, ya no corría por placer si no por necesidad" [Es tan sólo un juego]

De niño siempre fue curioso. Mientras los otros niños jugaban él se sentaba en la tierra a observar a las hormigas. Se apartaba sólo de los demás y también eran los demás los que lo apartaban por ser un niño raro. El acoso escolar no fue suficiente para quitarle la ilusión y la sonrisa a ese niño. En el instituto fue más de lo mismo. No quería pertenecer a ningún grupo pero cuando pedía algo todos le rechazaban, a pesar de que él intentaba portarse bien con ellos. 

"Tras un rato paseándome tranquilo, sin correr porque alguien me perseguía, y pensando en lo bonita que es esta ciudad, llegué a la playa. El mar estaba muy agresivo y violento. Lo siguiente que recuerdo es estar metido en el mar. "[Recuerdos Borrosos del día de ayer]

Tras terminar su carrera como historiador sabía más que nadie la historia de la humanidad y de la sociedad. Era el mejor. Estuvo trabajando en diversas investigaciones hasta que su trato con la gente hizo que cayera en una profunda depresión. 

Tras un tiempo descansando en las sombras, tratándose con la mediación correspondiente, comprendió que no debía estar tan triste por algo tan absurdo. Comprendió que el hombre y la humanidad siempre se va a comportar de esa cierta manera, que no había nada que hacer. Tras alejarse de aquellas sombras, decidió escribir sus sueños y sus fantasías, sus aventuras y sus penurias, su realidad que para los demás sería una ficción. Una ficción tan real que de ahí ya no pudo salir más. 

"Era un niño cuando hice mi primer viaje a la Luna. Salí corriendo de mi casa tras despedirme de mis padres medio llorando, pero con mucha ilusión y a la vez miedo de hacer un viaje así. Me monté en un cohete-autobús y empecé a conocer a mis compañeros de viaje. Cuándo el cohete arrancó, sentí un profundo dolor en mi cuerpo, tras acordarme de que me había dejado la merienda, el bocadillo encima de la mesa de mi casa, y en la Luna no había supermercados!. Qué torpeza la mía".

El hombre escribió sus sueños hasta el final de su vida. Hasta que cayó en un sueño interminable, y aunque los demás consideraron que murió, consiguió en su realidad la vida eterna, había soñado toda una vida para acabar viviendo un sueño eterno.
"Sabiendo que era un sueño quería entrar y ver la aventura que sería aquello, ver lo que había al final de la cueva y a dónde nos lleva.
Me armé de valor y quise seguir soñando. Decidí seguir soñando."